La librería

Buscamos acercar a las lectoras a mundos y realidades diferentes, a través de libros donde se pueden encontrar herramientas para el pensamiento disconforme, crítico y subversivo.

Buscamos no ser libreros al uso, no sacralizar el libro, no fomentar la figura del autor más allá de lo necesario. Buscamos entender el libro como herramienta para la transformación.

Entendemos el oficio del librero como un agitador político-cultural, que selecciona y yuxtapone una vasta cantidad de conocimiento que vive en los libros, pero no en cualquier libro: ninguna literatura es neutra, ningún pensamiento es átono.

Nuestro fondo está construido en conversación con el mundo de la edición crítica y política, así como con lectores y lectoras. Cada uno de los libros o materiales que incorporamos tiene un sentido en la selección, anima una conversación y lleva a otros mundos. Asimismo, apoyamos la creación o consolidación de librerías asociativas en todo el Estado, aportando formación y conocimientos.

Nuestra motivación se ha mantenido desde 1996: servir de acelerador a los movimientos sociales de la ciudad y vehicular (con y para estos) el pensamiento transformador. En nuestra primera época, en una década marcada por los movimientos de la insumisión y la okupación, exploramos la edición fanzinera y política que nos precedía. En la estela de otros proyectos del pasado, entramos en contacto con el mundo del libro por la vía política y militante.

Inspirados en experiencias anteriores, pusimos en marcha un proyecto de librería asociativa. Así, la librería pudo nacer y crecer gracias al compromiso de las personas socias, afines a nuestros idearios, que valoran el libro como excusa para el encuentro. [Saber más]

Al principio, la librería funcionó en un piso de la calle Hortaleza (sede de la Fundación Aurora Intermitente), pero la vocación misma del debate nos demandaba contar con un espacio propio para facilitar ese intercambio, organizar charlas y acoger asambleas. Se trataba de conseguir y hacer circular los materiales que alimentaban a los movimientos, pero también servir como punto de encuentro para la activación política. En 2004 llegamos al local a pie de calle de Embajadores 35.

La librería Traficantes de Sueños se fue convirtiendo en el lugar donde sucedía una parte significativa de los debates de la ciudad, desde la vanguardia ecologista al feminismo, anticapitalismo, luchas por los papeles o LGTBQ. Durante diez años, y más de 1.800 actividades después, el espacio de Embajadores 35 alojó la librería — entre otros proyectos– en esta segunda etapa. Trabajamos especialmente el catálogo de las editoriales políticas e independientes del país, pequeños proyectos que crecían por todo el Estado desde la Transición, con especial atención a los fondos de América Latina.

En 2014, la sede se trasladó a Duque de Alba 13, con un fondo de más de 25.000 títulos, que crece, se renueva y mantiene su idiosincrasia. En 2022 inauguramos nuestra segunda sede, el Ateneo La Maliciosa, espacio en Arganzuela que pusimos en marcha junto a Ecologistas en Acción y la Fundación de los Comunes, donde contamos con una segunda librería.

Durante 2024, valoramos la adquisición del local de Duque de Alba 13 como colectivo, y gracias a numerosos socios, amigos y colaboradores a lo largo de todo el mundo confirmamos la compra del espacio. Asentamos, pues, el proyecto de librería tal como es hoy.